jueves, 28 de febrero de 2008

lunes, 25 de febrero de 2008

BOCA EL REPRESENTANTE DE ARGENTINA



José Barrita, dos décadas como líder de "La 12" "El Abuelo" y su historia como jefe de la barra brava de BocaTomó la posta como jefe del sector más violento de la hinchada de Boca en 1981. Desplazó al antiguo líder Quique "El Carnicero". Creó una Fundación llamada "Jugador Número 12" con la que recaudaba fondos para la barra. Cayó en desgracia en 1994, cuando sus subalternos mataron a dos hinchas de River.

"La 12" fue manejada dos décadas por Barrita (DyN)
José "El Abuelo" Barrita se hizo famoso cuando tomó la posta como jefe de la hinchada de Boca en el año 1981, tras el retiro de Quique "El Carnicero" líder anterior de la denominada "Jugador Número 12". La suerte de Quique estuvo relacionada con la derrota en las elecciones del presidente Alberto J. Armando y la asunción de Martín Benito Noel, -quien en el inicio de su gestión contrató a Diego Maradona-.
"El Abuelo", apodo que recibió por su pelo de color blanco, cambió la tradición en la hinchada xeneize. Los líderes de la tribuna siempre habían sido del barrio de La Boca. Y Barrita era oriundo de San Justo, partido de La Matanza. Organizó a la barra brava merced a su estrecha relación primero con Noel y luego con Antonio Alegre el sucesor como presidente de la institución.
Creó la "Fundación Jugador Número 12" con la que recaudaba dinero para mantener los viajes y gastos de la barra y también realizaba funciones benéficas -en especial en hospitales para niños-. Para esa época, fines de los '80 y comienzo de los '90, se lo solía ver de veraneo en Punta del Este y salía en fotos de revistas y algunos programas de televisión como si fuera una celebridad.
En los '90 lo encontraron culpable de extorsionar a Alegre y Heller, máximos dirigentes de Boca.
Su debacle comenzó en el año 1993 cuando lo encontraron culpable de extorsionar a Alegre y a Carlos Heller, máximos dirigentes de Boca por esa época. El motivo era el sumistro de entradas para la barra cada vez que jugaba el equipo. Estuvo, en el verano del '94, en la feroz batalla entre las barras bravas de Boca e Independiente en Mendoza, donde hubo muchos heridos de bala en ambos bandos. Y varios violentos fueron condenados a prisión, aunque Barrita salió ileso y zafó de visitar las rejas.
Cayó en desgracia el 30 de abril de 1994. Un grupo de barrabravas muy cercano a él le hizo una emboscada a hinchas de River tras un superclásico en la Bombonera y el lamentable saldo fue la muerte de dos simpatizantes millonarios. No se le pudo comprobar su participación en el hecho, pero fue encarcelado -tras pasar varios días prófugo de la justicia- y luego condenado -en un juicio oral y público hecho en 1997- a 9 años de prisión por ser considerado el jefe de una asociación ilícita.
Recuperó su libertad en diciembre de 1998 beneficiado por la controvertida ley del dos por uno. No volvió nunca a la cancha porque dicen que no respetó los códigos de tribuna cuando estuvo encarcelado. La nueva cúpula de "La 12" le mandó señales para que no se acerque a La Boca para intentar recuperar su liderazgo. Y no se supó mucho más de él -sólo que trabajaba en el negocio de sus
padres en San Justo- hasta la noticia de su muerte.
Terra / Gabriel Casas

sábado, 23 de febrero de 2008


LA BANDA LOCA DE SAN MIGUEL

SOMOS LA MITAD MAS UNO SOMOS EL PUEBLO DEL CARNAVAL

LA LEYENDA : EL JUGADOR Nº DOCEVictoriano Caffarena fue el único fanático que viajó a ver a Boca en la Gira de 1925 y de allí nació el famoso apodo con el que hoy se conoce a la hinchada en el mundo.Durante la época del amateurismo, Boca se convirtió en un fenómeno masivo y popular. Para ello, mucho tuvo que ver la Gira de 1925 que el club realizó por Europa (fue el primer equipo argentino). Victoriano Caffarena, un hincha fanático como pocos, aportó dinero para bancar el viaje del plantel y, ya que su buen pasar económico se lo permitía, también se subió al barco y compartió con los jugadores la travesía. El Toto, como le decían sus amigos, era de una familia bien, que tenía campos en la provincia de Buenos Aires, Su padre no veía con buenos ojos que su hijo fuera a la cancha y mucho menos que hiciera semejante viaje por un "simple club de fútbol". Pero él no escuchó los consejos y se fue a ver a su Boca Juniors querido por el Viejo Continente. "Mi viejo era un tipo muy especial y un apasionado por Boca. El bancó parte de la Gira del 25 que hicieron los jugadores. La situación económica de la familia lo permitía y él, que ya estaba estudiando para escribano y trabajaba, también tenía algo de dinero", cuenta su hijo Agustín.Durante la Gira, Victoriano se fue metiendo de a poco en el grupo y, con el tiempo, se convirtió en uno más del plantel y ayudaba a los jugadores en todo lo que podía. En los partidos estuvo en el banco e hizo de todo: fue técnico, delegado, masajista. Allí, los mismos futbolistas lo rebautizaron como el Jugador Número 12. Tanta amistad hizo con el plantel que Antonio Cerrotti —delantero surgido de la cantera del club y el primer argentino en marcar un gol en Europa— lo eligió para que fuera el padrino de su hijo Carmelo (ver A él le...). Al regresar, se hizo tan famoso como cada integrante del plantel. Su pasión por el barrio y los colores lo llevaron a ser presidente de la agrupación barrial Amigos de la República de La Boca. Además, recomendó a Italo Goyeneche para que compusiera el himno xeneize. Boca era todo para él y por eso iba lo justo y necesario a su escribanía en la calle 25 de Mayo. A él le gustaba más convivir con el equipo y estaba hasta en el mínimo detalle: se fijaba lo que comían, cuándo y dónde lo hacían, controlaba que durmieran bien o si estaban bien atendidos. Vivía por y para Boca. Y cada vez que el equipo se consagraba campeón, él celebraba tirando cañonazos desde la terraza de su edificio."Era un tipo muy abierto, tenía mucha personalidad y era muy carismático. Estaba siempre impecablemente vestido y le gustaba la buena vida. Era de hacer muchas bromas. Por ejemplo, de chico acostumbraba a disfrazarse de cura, y se hacía pasar por uno cuando sus primas iban a confesarse, para enterarse de todo lo que hacían", recuerda Agustín, que heredó el amor de su padre por Boca pero no va a la cancha. Premio merecido. Tiempo después, Victoriano Caffarena tuvo el reconocimiento que merecía. Alberto J. Armando, durante su presidencia, homenajeó a todos los jugadores que formaron parte de la Gira del 25 y, en el mismo acto, le dio una plaqueta y un distintivo a Toto, nombrándolo oficialmente el Jugador Nº 12.
LA HISTORIA CONTINUA
JUAN ROMAN RIQUELME EL MAS GRANDE APESAR DE LAS CRITICAS


LA MITAD MAS UNO TE AMA EL RESTO TE ENVIDIA



NO HABRA NINGUNA IGUAL NO HABRA NINGUNA
"PODRAN IMITARNOS IGUALARNOS JAMAS"
JUGADOR N° 12 PRESENTE